Estrellas de la Bética romana
Salvete!
Cuando Augusto terminó la conquista de la península, organizó el territorio en las provincias de: Tarraconensis (con capital en Tarraco), Bética (correspondiente al valle del Guadalquivir con capital en Corduba) y Lusitania (correspondiente a Extremadura y Portugal con capital en Emérita Augusta).
Los romanos nos han dejado auténticos tesoros en todos los lugares conquistados por su ejército, pero hoy vamos a centrarnos en las maravillas de la Bética.
La Bética recibe su nombre del río Betis (Guadalquivir). Fue una de las provincias más dinámicas y desarrolladas, por su riqueza natural (grandes productoras de aceite, vino y trigo) y su pronta romanización.
¿Queréis saber más sobre las estrellas de la Bética romana?
¡Poneros las túnicas y las caligae y venir con nosotros a recorrer las estrellas de la Bética Romana!.
La ruta abarca los territorios por los que pasaba la antigua Vía Augusta. A lo largo de esta ruta se recorren las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba y se visitan yacimientos, almazaras, museos, necrópolis y un sinfín de monumentos que serán un deleite para los sentidos. Carmona, Almodóvar del Rio, Córdoba, Zuheros, Cádiz son algunos lugares por los que pasa la ruta. ¿Apasionante verdad?.
Muchos son los lugares apasionantes que recorre la ruta, pero 7 de ellos os dejaran sin aliento.
Primera estrella de la Bética romana: Cercadilla
En Cercadilla podremos disfrutar de los restos de un palacio romano que fue construido por orden del emperador romano Maximiano Hercúleo aproximadamente entre el 293-305 d.C.
Recorreremos un increíble palacio que consta de dos cuerpos uno de acogida con carácter militar y otro palatino. La zona militar era una plaza por la que se accedía a la zona palatina. El salón del trono dominaba el conjunto, a sus lados se localizaban termas y salas de banquetes. Más apartadas encontramos las zonas de descanso y audiencias privadas.
El complejo ocupaba en sus tiempos ocho hectáreas, pero en 1991 la construcción de la estación de AVE destruyó el 50% del yacimiento. Cuando en 1995 fue nombrado BIC se logró proteger el otro 50%. Esta condición hace que nuestra visita tenga doble valor, el conocer un pedazo de nuestra historia y apoyar la conservación de los restos.
Yacimiento arqueológico de Cercadilla
Villa romana del Ruedo
En Almedinilla se encuentra “La Villa romana del Ruedo”. El yacimiento declarado BIC, data de los siglos I al VII d.C. Es uno de los yacimientos más completos de la península.
Este apasionante yacimiento cuenta con una de las superficies más completas de las existente en la Península Ibérica. Visitaremos las dos zonas en las que se divide la villa, una zona residencial para los propietarios (Pars Urbana) y otra zona (Pars Rustica) para las dependencias agrícolas.
También visitaremos la necrópolis.
Lo que más sorprende durante la visita son los elementos arquitectónicos como mosaicos y pinturas. Igual de impresionante es el conjunto de esculturas en el que destaca un grupo que representa la leyenda de Perseo y Andrómeda, una escultura juvenil que representa el mito de Télefo y una representación en bronce de Hypnos.
Villa romana del Ruedo
Poblado ibérico Cerro de la Cruz
Sin salir de Almedinilla encontramos “El Poblado ibérico Cerro de la Cruz”.
Es uno de los pocos poblados de Baja Época Ibérica (siglos II-III a. C.) excavados en Andalucía.
En este yacimiento descubriremos el urbanismo de la época, distinguiéndose las estancias según el uso que tuvieran: almacenes, talleres de artesanos, lugares de hábitat…
Las construcciones tenían un zócalo de piedra y paredes de adobes. ¡Podremos ver que se conservan en ocasiones la impronta de ventanas, puertas o postes!.
En el interior de las viviendas excavadas se han encontrado molinos para el cereal, pesas de telar, ánforas (¡aun llenas de grano!) que han ayudado a identificar cada vivienda y habitación.
Tristemente el poblado fue arrasado al llegar el ejército romano. La romanización no fue un proceso sencillo, los pobladores de las zonas ocupadas lucharon hasta el último momento. El ejército no permitió que los supervivientes regresaran al poblado o pudieran reconstruirlo.
Actualmente se han reconstruido casas de la época y un horno de cerámica para que podamos vislumbrar lo que hubo en su época.
Poblado ibérico Cerro de la Cruz
Villa romana del Salar
La villa romana del Salar. Este yacimiento situado cerca de lo que hoy es la Autovía Granada/Sevilla/Málaga fue descubierto en el 2004 y aún no está excavado totalmente.
La villa romana data del primer cuarto del siglo I de nuestra era, y fue abandonada durante la primera mitad del siglo VI. En este yacimiento encontramos la explotación agrícola romana más suntuosa de las conocidas en Granada. Destaca la calidad y riqueza de su programa decorativo con unos mosaicos sin precedentes.
Podremos maravillarnos con decoraciones de escenas mitológicas, fabulosas escenas de caza y figuras geométricas. Impresionan los restos de pinturas murales que imitan zócalos marmóreos en vivos colores.
Tampoco podemos olvidarnos de la calidad de las esculturas de mármol, especialmente las representaciones de Venus (una Venus púdica del siglo II).
Mosaico de la villa romana del Salar
Ciudad romana de Ocuri
La ciudad romana de Ocuri situada en la cima del Salto de la Mora (Ubrique).
Gracias a su estratégica posición y sus murallas sabemos que debió ser un municipio prerromano y romano muy importantes y de gran monumentalidad. La inmensa mayoría de los restos corresponden a la época romana de la ciudad (su época de mayor esplendor fue en el siglo II d.C.).
Fuera de los muros de la ciudad encontraremos la necrópolis y su monumento más importante, el mausoleo donde veremos una serie de nichos, lugar en el que depositaban las urnas con las cenizas de los difuntos, así como las ofrendas de las familias y estatuas.
Tenemos que destacar la muralla ciclópea de origen ibérico, modificada en varias ocasiones y los diferentes
restos constructivos como cisternas, el foro con parte de sus tabernas, restos de viviendas y edificios públicos y sobre todo en la zona alta, unas impresionantes termas.
Ciudad romana de Ocuri
Baelo Claudia
Situada en la ensenada de Bolonia fue una ciudad-factoría romana que se ha conservado increíblemente. La ciudad nació a finales del siglo II a.C.
La pesca, la industria de salazón y el garum (una salsa derivada del mismo) fueron las principales fuentes de riqueza.
La vida de estas poblaciones alcanzó pleno esplendor entre los siglos I a.C. y II d.C. iniciándose su decadencia a partir de segunda mitad del siglo II, cuando un maremoto arrasó gran parte de la ciudad. Aunque experimentó un ligero rebrote en el siglo III, la ciudad fue abandonada en el siglo VII.
En el yacimiento podremos visitar: la muralla edificios de carácter administrativo como la curia o el archivo municipal, una plaza pública (foro), un palacio de justicia (basílica judicial), cuatro templos (consagrados a Júpiter, Juno, Minerva e Isis), tiendas(tabernae) y un mercado (macellum).
Pero el mayor edificio de Baelo Claudia es un teatro con aforo para 2000 personas.
Conjunto arqueológico de Baelo Claudia
Itálica
En Santiponce encontramos el yacimiento de Itálica. Fue la primera ciudad romana fundad en Hispania y fuera del territorio italiano. Durante la etapa republicana fue una ciudad importante y mucho más en la época imperial.
La ciudad alcanzó su periodo de mayor esplendor a finales del siglo I y durante el siglo II desde los reinados de Trajano y Adriano ambos nacidos en Itálica lo que reforzó mucho el prestigio que ya tenía en Roma la colonia hispana. El conjunto arqueológico no tiene igual debido a sus enormes mansiones pavimentadas de mosaicos o de su gran y destrozado anfiteatro.
En época romana toda la ciudad estaba delimitada por una muralla (hay restos en dos puntos, un torreón de tiempos de Augusto cerca del teatro y un lienzo de época de Adriano junto al anfiteatro).
La ciudad vieja se encuentra bajo el casco de Santiponce. Lo que podremos visitar son los restos de la nova urbs, entre los que se destacan, el templo de Trajano erigido por Adriano, las termas llamadas mayores (dos amplios complejos de carácter público), dos acueductos (uno situado aguas arribas del Guadimar del siglo I d.C. y el segundo en la cabecera de las Fuentes de Tejada) y diferentes casas (entre las que destacan la casa de la exedra, la casa de Neptuno, casa del patio rodio, casa Hylas, casa de los pájaros y casa del planetario).
El anfiteatro con una capacidad de 25000 espectadores era uno de los mayores del imperio con tres niveles de graderío. Finalmente, el teatro romano con aforo para 3000 personas de la época de Augusto es la obra civil conocida más antigua de Itálica.
Circo romano de Itálica
Última estrella de la Bética romana: Mulva-Munigua
Situado a ocho kilómetros de Villanueva de Rio y Minas (Sevilla) nos encontramos con la última de nuestras estrellas de la Bética romana. Su localización se debe a la explotación de las minas de cobre y de hierro de esta zona.
Encontramos restos de época de Augusto, pero la mayoría de los edificios públicos y religiosos datan del siglo I. A finales del siglo III la ciudad sufrió un terremoto que supuso el declive de la ciudad.
Desde el siglo IV hasta la época de Augusto abarca el periodo de primera ocupación. De esta época los vestigios que podemos ver y más destacan son acumulaciones de escoria de hierro que se localizan por todo el yacimiento
Yacimiento arqueológico de Munigua
De época romana las ruinas que se pueden visitar coinciden con la época de mayor esplendor: una muralla (obra curiosa ya que nunca se terminó, el lado occidental quedó sin cerrar), el santuario en terrazas dedicado a Fortuna y Hércules, varios templos (el templo de Podio y un templo dedicado a Mercurio destruido por un terremoto), los pórticos, un foro, las termas con pinturas murales y dos necrópolis (al sur y al este de la urbe).
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Esto solo es una brizna de todos los tesoros que se pueden descubrir en la ruta “Bética Romana”, ¿te lo vas a perder?. Allí os esperamos, en nuestro próximo viaje arqueológico a la Bética romana, donde podrás disfrutar de estas estrellas de la Bética romana y muchas más.
Bonum augurium uobis!
¡Iveremnízate!
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