El Reino de Navarra ¡Hoy cruzamos la puerta hacia el pasado para viajar hasta el antiguo Reino de Navarra y sus increíbles vestigios medievales! ¿Qué nos dices? ¿Te apuntas a este viaje al pasado? Pues no lo dudes, ¡sigue leyendo! Navarra: sus orígenes Navarra es una tierra que derrocha historia se mire por donde se mire. Y no es para menos, ya que desde el Paleolítico inferior ha estado habitada por el ser humano. Buena cuenta da de ello los hallazgos arqueológicos de Koskobilo, Viana o Urbasa, así como el conjunto megalítico de Aralar o los dólmenes de Artajona, y al igual que otros yacimientos arqueológicos de la Edad del Hierro. Igualmente importante fue la posterior romanización de la zona meridional de Navarra. Es más, durante la presencia de los romanos en Hispania se fundó Pamplona: el corazón de Navarra. Más tarde, tras la caída del Imperio Romano, las tribus vasconas del norte fueron ganando terreno en la parte romanizada, aunque pronto les asaltó una nueva amenaza: la llegada de los musulmanes a la Península Ibérica en los albores de la Edad Media. Navarra: un reino medieval Sin embargo, la presencia de los musulmanes tan al norte fue casi inexistente, lo que permitió la formación de un núcleo de resistencia cristiana que, en el siglo IX, dio lugar al nacimiento de la dinastía de los Íñigos: la primera dinastía navarra. Tras ella, se instauró la dinastía de los Jimenos, cuyo primer monarca, Sancho Garcés (905-925), comenzó una expansión territorial y una política de unión con otros reinos cristianos para hacer frente a los musulmanes. Más tarde, en el crepúsculo de la etapa musulmana, Sancho Garcés III el Mayor (1004-1035) ya ejercía su dominio sobre buena parte del territorio cristiano. Además, fue el rey que introdujo el estilo románico, incorporó la
El Reino de Navarra ¡Hoy cruzamos la puerta hacia el pasado para viajar hasta el antiguo Reino de Navarra y sus increíbles vestigios medievales! ¿Qué nos dices? ¿Te apuntas a